En el extremo sur de la localidad de Villa Ballester se encuentra ubicado el Liceo Militar «General San Martín», instituto que es el primero de su tipo en el país. Fue creado el 8 de enero de 1938 por decreto firmado por el señor Presidente de la Nación, General de División Agustín Pedro Justo, con la denominación de Colegio Nacional Militar.
Se consideró que los excelentes resultados obtenidos en la educación e instrucción por los Cadetes del Colegio Militar ponían de manifiesto la conveniencia de que dichos beneficios alcanzaran paulatinamente a la juventud que cursaba estudios secundarios. Se estableció que dependería del Ministerio de Guerra y que funcionaría como internado y desarrollando los planes de estudio vigentes en los Colegios Nacionales.
Los antecedentes del solar que ocupa el Liceo Militar se remontan a la época de la segunda fundación de Buenos Aires. En aquel entonces, Don Juan de Garay hizo el reparto de las tierras entre los miembros de su expedición, desde San Isidro hasta Magdalena. Las chacras situadas entre el Riachuelo de los Navíos y el río Las Conchas (actual Reconquista) fueron destinadas a la agricultura.
A mediados del siglo XVIII se hicieron las primeras construcciones. De esa época data el nombre tradicional de Pago de los Santos Lugares. En 1821, durante el gobierno de Don Martín Rodríguez se decretó la supresión de las órdenes religiosas de los Betlemitas, Recoletos y Mercedarios, confiscándose las tierras y otros bienes. Para esa época la finca tenía los siguientes límites: al NO los bañados del río Las Conchas, a la altura de José León Suárez; al SE la que hoy es la avenida Presidente Perón de la ciudad de San Martín; al NE la calle Ayacucho de la localidad de San Andrés; y al SO la ruta nacional 8, según el trazado urbano actual del partido bonaerense de General San Martín.
En 1839 el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, Gobernador de Buenos Aires y Encargado de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, instaló en la zona el campamento militar de Santos Lugares, para la instrucción, rearme, remonta y reclutamiento permanente del Ejército Federal.
El 3 de abril de 1872 se abrió un colegio de artes y oficios cuyos edificios fueron construidos por clérigos regulares de la Orden de las Escuelas Pías dedicados a la enseñanza. El predio había sido adquirido mediante préstamos de particulares e hipotecas de bancos. Después de 10 años de funcionamiento del establecimiento destinado a jóvenes educandos internados y de un noviciado, por no poder cumplir las obligaciones contraídas los religiosos fueron desalojados y la propiedad se vendió judicialmente, en pública subasta, el 20 de abril de 1881.
Años más tarde, el predio con sus edificios pasó a propiedad del gobierno, hasta que en 1892 fue destinado a cuartel del Colegio Militar. Este instituto se trasladó desde San Benito de Palermo, donde había funcionado a partir de 1870, en un predio que en la actualidad puede ubicarse sobre la Avenida del Libertador, entre la calle Salguero y la Avenida Sarmiento. Ocupó las instalaciones y terrenos aledaños hasta 1937, cuando se ubicó definitivamente en El Palomar.
El Liceo Militar ¨General San Martín¨ fue inaugurado el 3 de abril de 1939 con la presencia del señor Presidente de la Nación, Doctor Roberto Marcelino Ortiz. El primer director fue el Coronel Ernesto Florit.
Este Instituto forma ciudadanos argentinos que actúan dinámicamente en el medio social, desde una concepción cristiana y con profundo sentido nacional. Los cadetes cursan estudios de bachillerato, con distintas orientaciones, y reciben instrucción militar que los capacita para ser promovidos a Subtenientes de Reserva del Arma de Infantería. Los primeros cadetes femeninos egresaron en 1999 como oficiales del Servicio de Computación de Datos.
En 1996 y en el marco de la Ley Federal de Educación comenzaron a funcionar las salas de la Educación Inicial y los ciclos de la Educación General Básica, para niñas y niños.
En el año 2002 se implementó el Primer Año del Ciclo Polimodal en dos modalidades: la de Humanidades y Ciencias Sociales y la de Ciencias Naturales. En el 2003 se agregó la de Economía y Gestión de las Organizaciones.
Hasta el presente, más de 16.000 argentinos y de países hermanos han pasado por las aulas, laboratorios, gimnasios, natatorios y campos de deportes y de instrucción militar del Instituto.
ALUMNOS, CADETES, DRAGONEANTES, SUBOFICIALES Y UNIFORMES
En los tiempos iniciales del Liceo Militar los educandos recibían la denominación de alumnos. Así lo fueron los integrantes de la promoción fundadora durante sus cinco años de estudios. A partir de 1944, los estudiantes de los cursos primero y segundo mantuvieron su condición de alumnos –su uniforme de salida tenía, tanto en invierno como en verano, chaquetilla corta, hasta la cintura, y gorra de plato con el emblema del Liceo– en tanto que los de tercero, cuarto y quinto eran cadetes y tenían estado militar. Estos últimos vestían chaquetilla larga, con faldones, y botones dorados, cinturón blanco de cuero con el emblema del Liceo en su hebilla dorada; la gorra tenía además del símil de la Orden del Sol, la escarapela argentina. Tres años después, todos se denominaron cadetes y en tercer curso recibían el sable corto de oficial.
A fines del mes de enero de 1940 la Dirección del Instituto dispuso la creación de una distinción entre los alumnos de un mismo curso: el alumno dragoneante. Aquellos destacados por sus calificaciones en Estudios, Aptitudes Militares, Instrucción Militar y Conducta se hacían merecedores a ciertas atribuciones y a lucir las insignias de dragoneante, dragoneante primero y dragoneante mayor, que consistían en escuadras que se colocaban en las bocamangas de las chaquetillas.
Dos años después, el 26 de agosto de 1942, se creó una categoría especial de los alumnos. Se acordaba así la categoría de suboficiales a los mejores del último curso, que eran superiores jerárquicos de los integrantes de los otros cursos. Los grados establecidos eran cabo, cabo primero, sargento y sargento primero.
LAS ARMAS
Los primeros alumnos del Instituto egresaron con el título de Bachiller y el grado de Subteniente de Reserva de Infantería.
Por Orden del Día de fecha 10 de marzo de 1943 se creó el Escuadrón de Caballería, integrado por el cincuenta por ciento del efectivo de alumnos del tercer curso.
Cuatro años más tarde, el 21 de febrero de 1947, se publicó en la Orden del Día la resolución por la que se creaba la Batería de Artillería, que ese año la integrarían sesenta cadetes del tercer curso.
Así es que las promociones tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima vivieron una época muy especial, con la lógica puja entre armas, a través de competencias deportivas y exhibiciones de capacidad y destreza, interminables discusiones sobre cuál era la más importante y también con las bromas propias de adolescentes que residían en un internado.
Los desfiles militares que se iniciaban frente al Museo Nacional de Bellas Artes y se realizaban por la entonces Avenida Alvear, en ocasión de celebrarse el Día de la Independencia, fueron fiel muestra de la bizarría y marcialidad de los cadetes de la Compañía y el Escuadrón. La Batería hizo su presentación pública el mismo año de su creación, y que también sería el último, con muy buena preparación de hombres, animales y equipo.
El 11 de marzo de 1948 los cadetes tuvieron conocimiento oficial de la disolución de las Armas Montadas a través de la Orden del Día del Liceo Militar Nro 55. Se reorganizó el Cuerpo de Cadetes, que quedó constituido por cinco subunidades de Infantería. Esta decisión causó un gran desconsuelo entre muchos de aquellos que pertenecían al Escuadrón o a la Batería, que tenían auténtico orgullo por el arma elegida.
En los años 1945, 1946, 1947 y 1948, quienes egresaron como oficiales de Reserva lo hicieron con el grado de Subteniente de Infantería o de Caballería.
Desde 1993 cada uno de los Liceos Militares pertenece a un Arma del Ejército Argentino.
El Liceo Militar «General San Martín» es una unidad del Arma de Infantería.